martes, 20 de mayo de 2008

Cocinar y tejer...

Hace poco me acordé de que no me acordé del aniversario luctuoso de mi abuelita... estaba muy concentrada en el cambio de las estaciones...
Y no sé si sentirme mal por ello...
Desde el día que me acordé que no me acordé, no me puedo dejar de acordar de ella, de mi abuelita Elena, la única, y de sus arrugaditas y suavecisímas manos, todavía tejían, siempre tejieron, aunque tenían parkinson, sabía bien que la vida se trataba de eso, de tejer. Nos tejió a todos, era de las mujeres de antes, de esas que tejían chambritas y colchas y almas. Cocinaban y que rico cocinaban sus manos!!!, sabia que cocinando nos consentía a todos, pero más a mí porque yo era su consentida, supongo que sabía que de eso también se trata la vida, de darle sabor y sazón propio y único.
A mi abuela nunca le faltaron manos ni para tejer ni para cocinar, ni para curar , mucho menos para dar bendiciones. De esas bendiciones que dios oye.

Con mi abuelita aprendí a creer y aprendí de mística para siempre.
Una vez me dijo que no estuviera con "esos hombres" que no cachan, ni pichan, ni dejan batear, y me volví desobediente.

Desde que me acordé, de que no me acordé, me acordé de cómo duele que se vayan los que más te quieren…
Y cómo son las cosas... justo hoy me acordé de que el día que no me acordé del aniversario luctuoso de mi abuelita fue justamente el 31 de marzo, el peor día del año, el día en que perdimos la guerra, se consumó el robo del partido y le cambiaron el nombre y la identidad...
Ante tal situación yo venía llore que llore en el tanque de guerra del comandante, y el como acostumbra iba en sentido contrario y la trulla nos cachó como siempre pasa...
El comandante haciendo gala de su sensibilidad y queriendo que yo hiciera gala de mis talentos histrionicos, pa salir del pedo, me dijo: " vamos a decir que se murió tu abuelita".
- Qué pasó joven?, venía usted en sentido contrario...
- Si oficial, pero es que tenemos prisa, hoy se murió su abuelita ¿ verdad?
- Snif, snif, si oficial...
- Ta bueno, váyanse.
Ahora sé que técnicamente no mentíamos.

4 comentarios:

Karla Barclay dijo...

ay ay ay ay, ¿y acaso ese comandante picha, cahca o te deja batear?

Y desde hoy Teofila, te llamas Adela...

Y si Adelita se fuera con otro...

Doña Teofilita dijo...

Karlita, todos, absolutamente todos los hombres ( x lo menos los q yo he conocido), ni cachan, ni pichan, ni dejan batear...

Mi abuelita era vieja y por eso sabia.

Andrés Lajous dijo...

gran anécdota del 31 de marzo

Anónimo dijo...

Me tomé mi tiempo para leer tu blog, y la neta es que me encantó.
además lo que más me gustó y que siempre agradezco, es que eres tú... quienes te conocemos sabemos que eres tú quien escribe todo esto, y al puro estilo paola zavala saeb.
Lo leí todo y parecerá trilldo, pero sí lograste llevarme de la risa al coraje y a la depresión
Gama